Después de la Pausa

Después de la Pausa

Quiero contarte que llevo varios días desde que estoy en mi casa con una incapacidad médica. Tuve que someterme a un procedimiento quirúrgico (planificado, no de emergencia) y gracias a Dios todo salió bien. Si has pasado por algo similar, sabes que estar fuera de la jugada implica mucha planificación antes de la operación.

Yo sabía que la recuperación era de aproximadamente 3 semanas. ¡Si! 3 SE-MA-NAS. ¿Cómo iba a sobrevivir tanto tiempo en mi casa? Parte de la planificación contemplaba mi plan post-operatorio, el cual incluía leer mucho, dormir, descansar y escribir para mi blog.

¿Adivinen qué hice? ¡TODO LO CONTRARIO! Vi series en Netflix, o novelas disfrazadas de serie a como dice mi esposo. Si comparo mi plan con lo ejecutado lo consideraría un rotundo fracaso. Lo bueno es que nada cae en saco roto. De todo se aprende, y es por eso que quiero compartir contigo cuales fueron mis aprendizajes durante estas semanas de pausa obligatoria.

Aprendí que:

  1. La vida es frágil

Tenemos una vida, y cada vida es un milagro. Todos los días somos testigos de esos pequeños milagros. El simple hecho de despertarnos cada día es un regalo en sí mismo, el poder ver, sentir, comer, caminar, estar sano, ¡vivir! La lista es interminable. Cada una de estas pequeñas posibilidades que tenemos nos permite seguir escribiendo nuestra historia aunque no siempre tengamos el mejor lápiz. En situaciones cuando debes someterte a algún procedimiento quirúrgico a como fue el mío, no dejas de pensar en todas las cosas que pueden suceder. Normalmente pensamos en todo lo malo que puede pasar, inclusive pensar “¿y si me muero?”.  Pregunta que SI hice al doctor y su respuesta “hasta el momento no se me ha muerto ni una” me dio mucha tranquilidad. Pero la posibilidad no deja de existir y luego piensas si has hecho todo lo que es importante y significativo. Para mi el haber ido a misa esa mañana, decirle a mis hijos que los amaba con todo mi ser, saber que tenía a mi esposo y familia al lado y hacer un recuento de todo lo que he hecho en mi vida me dio paz. Adicionalmente me dieron más ganas de seguir viva. Al salir no queda más que estar eternamente agradecida por la nueva oportunidad de seguir conquistando tus sueños y tener salud para hacerlo. La vida es muy corta para no agradecer cada segundo de ella, estamos viviendo en tiempo prestado, yo espero de ahora en adelante vivir a tope para tener más cosas por las cuales agradecer.

  1. Soy más fuerte de lo que creía

Uno se cree más débil de lo que es. ¡Por lo menos yo era una de esas personas! Pero ante la oportunidad brindada me di cuenta una vez más que soy más fuerte de lo que creía, no solo físicamente sino interiormente. Al ver como otras personas cercanas a nosotros pasan por momentos difíciles, es inevitable pensar “yo no pudiera tener la fuerza para…”. Llena tú ese espacio de los puntos suspensivos. Recuerda cuantas veces has logrado salir de momentos complicados y no sabes de donde sacaste la fuerza para salir adelante. Es fácil decir “yo no puedo más” pero si te exiges un poco más podrás mirar hacia atrás y satisfacerte con lo mucho que has conquistado. Sin darme cuenta, trabajé esta virtud de la fortaleza. Esto me da más confianza para enfrentar todos los retos que la vida me traiga.

  1. Estas pausas son regalos del cielo

Aunque ya les dije que no hice nada de lo que planeaba hacer, esta pausa ha significado un gran regalo para crecer, ¡aunque sea viendo Netflix! Cada capítulo que vi, cada mensaje recibido por whatssapp, cada persona que me vino a ver me trajo un mensaje especial que necesitaba en el momento preciso para reflexionar. No siempre tenemos estos momentos para retirarnos del bullicio del día a día, debemos saber aprovecharlas para crecer para adentro. Al estar más llena por dentro de todo aquello que me acerca al BIEN, tengo más que dar a los que me rodean. Definitivamente que esto ha sido un gran regalo que recibí con manos abiertas.

  1. La vida sigue

Después de la tormenta llega la calma y después de la calma el regreso al día a día. A como empiezan estas pausas, así llegan a su final. Ahora no queda más que trabajar porque la vida sigue y con mis baterías bien cargadas puedo seguir conquistando mi misión.

Para vivirlo mejor:

  1. Agradece los pequeños detalles de cada día.
  2. Si tienes que ponerle pausa a tu vida, aprovecha para nutrirte interiormente

7 comentarios en “Después de la Pausa”

  1. Excelente reflexión! A veces planificar nunca sale, pero hay que aprovechar lo que traen esas improvisaciones y cambios de planes, a mi me pasa a cada rato; es como cuando planificas este día voy a descansar y resulta lo contrario! Un Fuerte abrazo!!!!

  2. Que bonita e interesante reflexión, realmente el alejarse unos días, quedarse en casa ,salir del curso del río ( vida diaria) por un instante , nos ayuda a ver los regalos que día a día, momento a momento nos regala el creador y que por el afán diario no los disfrutamos, los vemos sin verlos. Gracias por su reflexión .

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